Este espectáculo está inspirado en los años 40, cuando en España los colmaos eran un puente de transacción de dinero, contactos, vino y flamenco. Representaban uno de los parajes más importantes para los artistas que en aquella época se dedicaban al trabajo en el campo o la fragua, siendo así los colmaos lugar de encuentro de señoritos y gente que, desesperadamente, buscaba una salida a su vida y a su arte. Era el espacio de la música y diversión vanguardista, y a la vez autóctona, donde flamencos, meseros y señoritos entablaban conversación, un lugar social donde los haya.

En Colmao la Compañía Yolanda Cortés hace una retrospectiva sobre estos lugares emblemáticos, de diversión y sociabilidad, donde solo el flamenco y la copla tenían cabida. Una zona protegida, ajena a las clases y al racismo, un espacio de concordia custodiada por un Dios Baco al que todos rendían pleitesía.